Como siempre ocurre con todas las grandes ideas, en este caso también hay una historia detrás del nacimiento de este original regalo para invitados, de hecho este formato de pimentón de la Vera ya fue concebido con esa única y exclusiva finalidad, ya que nació de una forma totalmente excepcional y para ocasión muy especial: la boda de la hija de uno de los CEO de la empresa. 

Meses antes del evento multitudinario (más de 300 invitados), nos encontrábamos en la tesitura de elegir cuál de nuestros productos sería el ideal como regalo para los invitados de la boda. Evidentemente si se casa la hija de uno de los CEO de la empresa, los invitados no se podían ir a su casa sin tener un poquito de nuestro pimentón de la Vera, pero no era esa la cuestión, el producto estaba bien, encajaba perfectamente, un producto de la máxima calidad a la altura de este tipo de eventos y circunstancias, el problema era el formato, teníamos la lata de 75 g; cumplía bastante bien nuestras expectativas pero era demasiado grande y voluminosa como para ser el regalo perfecto para los invitados, teniendo en cuenta que había también otros detalles y que una vez finalizase la boda, tendrían el producto en su casa pero sería como cualquier otra lata de pimentón de la Vera. Entonces fue cuando… de repente nos vino la inspiración…: “Oye! ¿Y si creamos una edición especial? Sí, un formato único para esta ocasión y además mono-dosis, así creamos un detalle único y con un tamaño más elegante y adaptado a las circunstancias”. Esa idea nos pareció maravillosa. Ahora faltaba lo más entretenido… encontrar el formato ideal. Evidentemente lo más fácil hubiera sido tirar por el método convencional, buscar envases apropiados para una sola dosis de pimentón de la Vera y nos podría haber salido un tipo de sobre como los de keptchup pero… No!, lo siento pero no (somos conscientes de que ahora otras marcas tienen ese formato). No nos pareció lo más apropiado para una boda, pero era difícil conseguir un envase elegante, útil y muy original. Entonces se nos ocurrió que como la novia es doctora, neuróloga para ser exactos, ahí es nada, acudirían muchos invitados de la rama médico-sanitaria y científica; necesitábamos algo que les resultase familiar y así lo encontramos: “¿pimentón de la Vera en un tubo de ensayo?, qué idea más original, esto no se ha hecho nunca, los invitados no se lo van a esperar, ¡ya verás su cara!”.

Así fue como ocurrió. El día de la boda todo el mundo lo comentaba, entre vino y vino: “oye que detalle más original y bonito habéis tenido”, “esto si que no me lo esperaba”, “¡Qué bueno! en el hospital los veo a diario, pero en una boda no esperaba que me regalasen un tubo de ensayo”. La idea triunfó, el éxito de las mono-dosis de pimentón de la Vera en tubo de ensayo fue un éxito rotundo y ya sabéis lo que ocurre después de que 300 invitados sean sorprendidos con un detalle que no se esperan… ¿Qué es lo que hace la gente cuando algo le gusta y le sorprende?, ¡sí!, ¡exacto!: !Lo cuenta!. En este caso el boca a boca fue increíble. Tanto que al poco tiempo ya nos llegaron peticiones particulares para eventos y ocasiones de todo tipo. Nos pareció muy buena idea, sin gastar un céntimo en publicidad nos habían llegado numerosos pedidos y evidentemente dijimos que sí. A partir de ahí las incluimos como producto en nuestro catálogo. Así es como el formato más pequeño de pimentón de la Vera Caballo de Oros llegó a rincones de toda la geografía española.  

En Caballo de Oros pensamos que el pack regalo para invitados es muchas cosas: originalidad y sorpresa, calidad y elegancia, pero para nosotros también es: “satisfacción”; cada vez que nos acordamos de su origen reconocemos el potencial que esta empresa tiene; que más de 300 personas que han ido a un evento hablen bien de tu producto y de tu marca nos hace enormemente felices, además ya sabemos como funciona el boca a boca, sólo con que se lo cuenten a tres personas ya son 1.200 personas las que conocen tu producto. El marketing también está ahí, siempre está.