Pimentón de la Vera
Caballo de Oros

Categoría: Especias y condimentos.

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Productos destacados:

Especias y condimentos. 

Un mundo de especias de gran calidad al alcance de tu mano.

EN CABALLO DE OROS TENEMOS UN CATÁLOGO DE ESPECIAS Y CONDIMENTOS DE GRAN CALIDAD.

las mejores especiasEn Caballo de Oros comenzamos hace poco tiempo el comercio de especias y condimentos sobre todo a petición de nuestros clientes quienes satisfechos con el color, aroma y sabor de nuestro pimentón ahumado y ecológico nos demandaban más tipos de especias para sus negocios. Aunque llevamos poco tiempo en el mundo de las especias en general, también es cierto que la especia principal de nuestro negocio: el pimentón de la Vera, llevamos más de 80 años elaborándola (desde 1938), por tanto algo sabremos sobre especias. Ha sido bastante fácil la adaptación a este nuevo nicho de mercado, ha sido la expansión más natural que podría tener nuestro negocio hacia otros productos. Nuestro catálogo de especias de gran calidad se va ampliando poco a poco y esperamos continuar con esa dinámica. Evidentemente, los productos que vamos incluyendo son especias y condimentos de la máxima calidad posible, no podemos permitirnos presumir de poseer el premio Extrema Selección a mejor pimentón de la Vera otorgado por la Junta de Extremadura y a la vez poseer un catálogo de especias y condimentos de calidad inferior.

¿POR QUÉ COMPRAR ESPECIAS Y CONDIMENTOS PARA TU COCINA ES ALTAMENTE  SALUDABLE?

Las Propiedades anti-microbianas de las especias.

¿Por qué se usan las especias? La respuesta obvia es que mejoran el sabor, el color y la palatabilidad de los alimentos. Por supuesto, eso es cierto en términos relativos, pero una explicación tan rotundamente antropológica no aborda las cuestiones de fondo del porqué las cocinas que contienen productos vegetales sabrosos son muy diferentes a lo largo y ancho del globo.

especias y condimentosUna pista sobre la razón de su uso puede estar en los efectos protectores de los fitoquímicos contra los enemigos bióticos de las plantas. Bacterias y hongos también atacan a la carne y a otros alimentos y, de hecho, lo hacen algunas de las mismas especies que atacan a las plantas.

A lo largo de la historia, las bacterias transmitidas por los alimentos (especialmente Clostridium, Escherichia, Listeria, Salmonella, Shigella y Vibrio) y sus toxinas han causado y todavía causan graves problemas sanitarios.

Si las especias mataran tales microorganismos o inhibieran su crecimiento antes de que pudieran producir toxinas, su empleo culinario podría reducir las enfermedades transmitidas por la intoxicación alimentaria. Esto las convertiría en una poderosa herramienta de la selección natural.

La capacidad antimicrobiana no es, por supuesto, la única razón por la que elegimos especias para nuestra comida, pero tal vez sea o haya sido un factor contribuyente. Si esta hipótesis antimicrobiana fuera cierta, se deberían cumplir varias premisas.

En primer lugar, las especias deberían mostrar actividad antibacteriana y antifúngica. Sabemos que muchas especias tienen potentes propiedades antimicrobianas. La mayoría de los microorganismos ensayados están ampliamente distribuidos geográficamente, por lo que tienen el potencial de contaminar los alimentos en cualquier parte del mundo.

En segundo lugar, el uso de especias debería ser mayor en climas cálidos, donde los alimentos no refrigerados se estropean con especial rapidez. A medida que las temperaturas medias aumentan, hay incrementos significativos en la cantidad media de especias por receta tradicional y en el número de las diferentes especias utilizadas.

Por ejemplo, la cocina de la India utiliza veinticinco especias diferentes (una media de 9,3 por receta), mientras que la cocina noruega utiliza solo diez especias diferentes (una media de 1,6 por receta. Por tanto, sí, se usan más especias en climas más cálidos.

En tercer lugar, las recetas de climas cálidos deberían inhibir una mayor proporción de bacterias que las de climas fríos. Está comprobado que a medida que aumentan las temperaturas anuales, el porcentaje de bacterias inhibidas por las especias en las recetas de cada país aumenta significativamente. Es decir, el poder bactericida de las especias es mayor en climas más cálidos.

Por tanto, la cocina de los países más cálidos tiene potencialmente una mayor actividad antibacteriana.

Un cuarto supuesto que debería cumplirse es que, dentro de un mismo país, la cocina de latitudes y altitudes mayores (es decir, de climas más fríos) debe contener menos especias y menos potentes que la cocina de latitudes y elevaciones más bajas. Utilizando como muestra recetarios de China y Estados Unidos, en ambos países las recetas que requieren al menos una especia y la frecuencia de uso de especias altamente inhibidoras son más numerosas en las regiones del sur que en las del norte. En ambos países, las especias requeridas como media en una receta sureña tenían un potencial antibacteriano significativamente mayor que las de las recetas septentrionales.

Por último, la cocción no debería destruir la potencia de los fitoquímicos contenidos en las especias. La mayoría de los fitoquímicos contenidos en las especias son termoestables (no se destruyen con la cocción), aunque algunos son destruidos por el calor. Algunas especias (por ejemplo, ajo, pimienta, romero y cebolla) se añaden típicamente al comienzo de la cocción, mientras que otras (por ejemplo, perejil y cilantro) se añaden casi al final. Si, como parece probable, las especias termoestables son las que se agregan primero y las especias termolábiles se agregan más tarde (o se usan principalmente como condimentos), las diferencias en el momento de su utilización pueden funcionar para mantener las propiedades antimicrobianas beneficiosas (y los sabores correspondientes) hasta que se sirva la comida.

ORÍGENES DEL USO DE LAS ESPECIAS.

¿Cómo empezó el uso de las especias?

Cabe suponer que los humanos comenzaron a cocinar con especias cuyos sabores eran atractivos o que les hacían sentirse bien (debido a efectos digestivos o antihelmínticos, entre otras cosas).

Como resultado, las familias que consumían especias también pudieron haber tenido menos probabilidades de sufrir enfermedades transmitidas por intoxicación alimentaria que las familias que no consumían especias, especialmente en climas cálidos.

Además, las familias que consumían especias probablemente pudieron almacenar los alimentos más tiempo antes de que se echaran a perder, lo que les permitiría tolerar períodos prolongados de escasez de alimentos. La observación e imitación de los hábitos de preparación de alimentos de estas familias más sanas por parte de sus vecinos podría haber extendido rápidamente el uso de las especias por toda la sociedad.

Las familias que usaban especias apropiadas probablemente tendrían descendencia más sana y robusta, que luego aprendería las tradiciones del uso de especias de sus padres. La selección natural en marcha.

En la era victoriana en la que se educó Darwin, los hombres no pisaban la cocina jamás. De haber conocido estas cosas, quizás hubiera incorporado De re coquinaria (recetario latino del S.IV d.C.) a sus libros de cabecera.

Artículo de referencia: https://theconversation.com/cocinar-nos-hizo-humanos-pero-las-especias-nos-mantuvieron-a-salvo-146604,

¿Sabes realmente lo que son las especias?

Técnicamente se considera una especia a las partes duras, como las semillas o cortezas, de ciertas plantas aromáticas aunque, por similitud, muchas veces también se engloba a las fragantes hojas de algunas plantas herbáceas, cuyo nombre culinario es hierbas. La mayoría de las especias pueden considerarse nativas de las regiones tropicales de Asia, y de las islas Molucas en Indonesia, también conocidas como islas de las Especias, aunque algunas se encontraban en el Mediterráneo (anís, mostaza). Las especias usadas en la actualidad  son en muchos casos las mismas que se usaban en la Antigüedad, (clavo, nuez moscada, macis y canela) más aquellas llevadas a Europa por los conquistadores y colonizadores de América (vainilla, chile, cacao, achiote).

Debido a sus propiedades aromatizantes es posible que alimentos insípidos o desagradables, aunque muchas veces nutritivos, pasen a ser gustosos y sabrosos sin perder sus propiedades nutritivas. Muchas de ellas deben tomarse con precaución ya que pueden resultar tóxicas en concentraciones elevadas. Muchas presentan compuestos incapaces de ser absorbidos por el organismo siendo eliminados directamente; otros son destruidos por las propias enzimas digestivas.

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