Queso fresco con pimentón.

Como ya decíamos en el título anterior esta es probablemente una de las recetas rápidas más deliciosas que puedes preparar con pimentón de la Vera y es que es rápida no porque su proceso de elaboración sea corto (que lo es), sino porque es muy simple; sólo se requieren tres ingredientes que todo el mundo posee en su cocina (o al menos debería): queso fresco de cabra, aceite de oliva virgen extra y por supuesto el mejor pimentón de la Vera. 

Hace siglos el queso era guardado en envases de cerámica o creados a base de la piel de animales, pero hay que tener en cuenta que debido al poco avance que existía en cuanto a higienización del proceso la leche fermentaba con mucha facilidad. Cuenta la leyenda que un pastor procedente de Arabia consiguió hacer queso fresco porque la leche que transportaba se cuajó, ya que viajaba envuelta en un recipiente hecho de tripas de cordero y al sol y gracias a esa cuajada lo consiguió, pero no porque tuviese intención. 

Ya hace bastantes siglos los griegos ya consumían el queso fresco que acompañaban normalmente con miel y harina (sí harina); posteriormente los propios romanos, herederos de la cultura griega, también tuvieron el queso fresco entre los ingredientes de su menú habitual; sin embargo estos para degustarlo normalmente lo especiaban con orégano, pimienta o frutos secos de todo tipo. Normalmente este tipo de quesos eran elaborados en cada cocina con la propia leche de la que disponían,  ya que como hemos dicho era difícil transportarlos sin menoscabar su conservación debido a su elevada humedad.